La punta de la lengua (Críticas con humor sobre el idioma y
el diccionario)
escrito por Álex Grijelmo (escritor y periodista) nacido en 1956 en Burgos, en
su primera edición del 2004 por la editorial Aguilar de Santillana Ediciones
Generales S.L. Fue impreso en España por Fernández Ciudad, S.L. (Madrid) en
febrero de 2004. Es un libro de 289 páginas que empieza por la página 9 con el
índice y termina con una pequeña bibliografía de dos páginas. El libro se
compone por una introducción y doce capítulos, cinco de ellos habla de las palabras especificas de un cierto
tipo de profesiones las cuales el escritor las denomina así (palabras):
Administrativas, Politiquismos, Perioditismos, Medicanicismos, Avionismos. Los
otros capítulos son Cancionismos, donde nombra canciones y sus fallos
gramaticales, Anglicismos y galicismos aquí Álex Grijelmo escoge una serie de
palabras que hemos infiltrado en nuestro vocabulario de otros idiomas(en
concreto en inglés y el gallego), Clonaciones que según el escritor son
palabras que se traducen al español desde su idioma de origen tal como suenan
(a pesar de tener otro significado), De todo un poco como su nombre indica
Grijelmo recoge un poco de todo lo que destruye poco a poco el idioma español,
Otros desacuerdos con el nuevo Diccionario donde claramente indica todas
aquellas palabras que ahora forman parte del Diccionario que no le parecen
correctas, Neologismos aceptables aquí hace una lista de las nuevas palabras
que él cree que son necesarias para dar nombre a nuevas cosas y para finalizar
Diccionario de palabras moribundas, lo que más tarde convertirá en un libro
publicado en 2011 con Pilar García Mouton de coautor.
El libro
no posee ninguna foto ni gráficas. Diferencia el titulo de cada capitulo
escribiéndolo en cursiva y negrita mientras que la palabra solo en negrita y el
texto escrito en diseño normal.
La punta de la lengua es un libro de carácter jocoso donde critica con comentarios
separados e independientes de forma graciosa tanto a cantantes, periodistas,
etc., pero a pesar de ir por separado tienen algo en común que Álex Grijelmo
tiene claro durante toda la obra que es la denuncia social de deterioro de
nuestro idioma. Lo cierto es que esta escrito solo por Álex Grijelmo, pero como
muestra en la bibliografía se ha empapada de otros libros y autores para sacar
un gran número de las palabras que conforman el libro además de periódicos que
en muchos casos nombra durante toda la obra.
Como
he dicho antes el autor divide el libro en 12 capítulos, los cuales se componen
de diversas palabras, voy a repasar sus capítulos en lo que a mi parecer son
los mejores escritos o palabras de cada apartado, en muchas ocasiones no será
el epígrafe entero, tan solo las mejores frases o párrafos. Antes de empezar
con los capítulos, nombraré uno de los párrafos de la introducción que en mi
opinión, resumen la acción del autor que intenta hacer con esta obra
gramatical:
[1] “ Este libro sólo propone
soluciones que se podrían considerar más acordes con la tradición, la historia
y la elaboración democrática del idioma (a cargo del pueblo, no a cargo de la
cúpula representada ahora en los medios de comunicación): en definitiva, sólo
propone una cuestión de estilo.”
En
el primer capítulo (Politiquismos) encontré interesante el apartado ‘Desde’,
creo que de forma muy sutil con la escritura de mostrarnos como el vocabulario
nos enseña bastante de una persona, como él dice hablando del desde que emplean
algunos:
[2]“Tal vez intentan con él
establecer diferente: yo se lo digo desde
aquí (desde la sinceridad, por ejemplo) porque usted está allí (lejos de la
sinceridad, en ese caso).
Pero
a la vez muestran una debilidad: nosotros hablamos con honradez porque se supone que la honradez está en nosotros. Los
políticos hablan desde la honradez
porque son ellos los que están en la honradez, pero la honradez no se halla en
ellos…No ´se, están como encima de la honradez, ¿no?, subidos a ella. En fin, yo
se lo comento dese estás páginas.”
Unas
sabias palabras que creo que también hay que destacar de este capítulo son las
que redacta en ‘Amigo Personal’:
[3]“Si dejamos de creer en la
palabra amigo, si empezamos a
adjetivarla, algún día dejaremos de creer en la amistad.”
La
verdad es que en muchas ocasiones no puedes dejar escapar una carcajada como en
‘Slot’ o ‘Vuelo doméstico’ que pertenecen a Avionismos. Aunque sin duda en la
que creo que más puedes reírte es Cancionismos, canciones que hemos oído toda la
vida e incluso cantamos al pie de la letra vemos que están mal escritas
gramaticalmente hablando y al leerlo te entra una pequeña vergüenza por haberte
dado cuenta tú antes, pero sobre todo una gran vergüenza ajena por esos
cantantes que en muchas ocasiones siguen cantándolas tal cual. De los más
graciosos encontramos ‘Escondidos’ o la famosa ‘María Isabel’, también esta
‘Sámbame’, aunque también emotivos como ‘Sólo le pido a Dios’ en el que dice
así: [4]“El
autor de la letra le pide a Dios que la guerra no le sea indiferente. Y al lado
de eso, sí puede darnos igual cualquier problema gramatical.”
Sinceramente
es de mis capítulos favoritos.
En
el que más enfadado se le nota con la academia a parte de ‘Otros desacuerdos
con el Diccionario’ es en ‘Anglicismos y galicismos’ sobre todo con los
primeros, eso sí siempre dando una solución que a su gusto mejora la que en
estos momentos se utiliza. Creo sinceramente que a partir de aquí es la parte
más formal ya que su tono cambia aunque la ironía nunca acaba y eso te saca
algunas risas como ‘De película’ del capítulo Clonaciones: [5]“Hay
frases que uno sólo escucha si va al cine. No aparecen en los libros, ni en los
diarios, ni en las conversaciones particulares. Por ejemplo: ‘Que te follen’.
Cualquiera expresaría’, con mal gusto pero perfecto castellano, ‘Que te folle
un pez’, o ‘jódete’, o ‘que te den por culo’. Pero nunca’ que te follen’, entre
otras cosas porque no hay mucha conciencia por ahí de que sea malo.”
Una
oración que me gusta mucho del capitulo Otros desacuerdos con el Diccionario
dice así: [6]“El
Diccionario de 2001 parece empeñado en que los errores de los periodistas dejen
de serlo.” Un apartado importante de este capítulo que creo que aunque no se
lea el libro entero habría que leerse, es [7]‘Gay,¿Gayes?’
Capítulo
que creo que va independiente a todos estos y una de las razones de esto es que
tiene explicación propia, la cual podemos encontrar en la página 254, antes de
empezar con la avalancha de palabras sueltas es Neologismos aceptables, una de
las palabras que más me gusta es [8]‘Escuchante’
siendo también la más extensa. Pero el capítulo más emotivo sin duda incluso
para mi que siendo tan joven alunas de las palabras que aparecen ya no existen
en mi vocabulario es Diccionario de palabra moribundas, donde hace una lista de
palabras que ya no se usan o que han sido sustituidas por otras más modernas
como ‘ Guateque’ que lo cierto a los que sobrepasan los años 70’ les hace mucha
gracia o ‘Grises’ refiriéndose a la policía de esa época tan gris de España que
no se debe olvidar, pero también hay hueco para frikismos de aquellos tiempos como
‘Hi-Fi’,
‘Pick up’ y para ese ‘ Tebeo’ que ahora hemos convertido en cómic que como
escribe en esta palabra: [9]“Igual
que alguien tiene más cuento que Calleja o es más feo que Picio-cuando ya nadie
se acuerda del famoso editor ni de la desordenada cara de aquel personaje-, aún
decimos de algo que ‘está más visto que el tebeo’, y ahí pervivirá esta
palabra. Nació de una marca (como maicena
o como rímel…), pero creció con
la memoria de millones de niños.”
Para
finalizar utiliza una palabra en este capítulo que yo pienso que cierra el
libro de forma espectacular de la forma más emotiva y sencilla que podría haber
usado ya que en todas las demás busca lo más complicado, esta es ‘Yeyé’
despidiéndose así: [10]“En
fin, qué tiempos. Ye, ye.” Para entenderlo hay que leerse el libro y la verdad
es que te deja satisfecho incluso a los que como yo no vivimos esos tiempos.
Bueno
a pesar de que este libro es de 2004 y se basa en una edición del Diccionario
ya pasada y modernizada creo que no ha pasado de moda que es bastante vigente y
por ello en muchas ocasiones me he sentido identificada, avergonzada e incluso
me he reído. Creo que es un libro que debería leerse todo futuro periodista
(pero se lo recomiendo a todo el mundo) porque te enseña vocabulario que
posiblemente antes no sabías que existía y ya no meramente las palabras si no
cuando usarlas bien y como, además de que al ser palabras sueltas y no a lo que
nos tienen acostumbrados se hace ameno y corto, no cuesta leer, en este aspecto
Álex Grijelmo te ayuda con su sentido del humor en el que baña todos los
capítulos.
Para
entender bien lo que quiere tratar el escritor lo vemos muy bien reflejado en
la Introducción, en concreto un apartado llamado ‘Desacuerdos con la Academia’
que dice así: [11]“Con
estos comentarios no pretendo establecer ninguna norma(¡menuda pretensión
absurda sería!), ni dictar sentencias, ni decirle a nadie cómo debe expresarse.
Se trata de hablar de pesca más que de peces; y no pretendo tener razón sino
tener debate. (Las denominaciones un tanto extravagantes que de cada capítulo
se hacen en el índice muestran pronto que no estamos ni mucho menos en una obra
científica).”
En
muchos casos las palabras que ha usado las ha sacado de otros libro y más tarde
él ha hecho su propio comentario crítico de cada una de ellas, vemos una
influencia notable de Fernando Lázaro Carreter, en concreto de su obra el dardo en la palabra, pero no es el
único en el que se inspira usa mucho libros humorísticos para encontrar las
palabras en que él, a pesar del tono irónico, se toma muy enserio su mal uso.
Un dato curioso es que muchos de estos gazapos los ha recogido de libros
latinoamericanos como el de Rosario Nuñez de Ortega: Los que dicen ¡ay bendito!: dichos, modismos y expresiones del habla
coloquial puertorriqueña. Pero este no es el único. Lo cierto es que él
mismo sigue la línea de todos los libros que ha consultado y que en algún
rincón del libro podemos encontrar, menos claro esta los diccionarios que usa
para aclararse el uso perfecto que tienen cada una de esas palabras sueltas que
encontramos.
En
este libro he encontrado un gran parecido al libro del escritor valenciano Joan
Fuster que me leí hace un año atrás llamado Diccionari
per a ociosos (Diccionario para ociosos, en castellano). Fuster también
estructura su libro palabra a palabra, en este caso alfabéticamente como si de
un diccionario de tratase, de ahí su título.
A
parte de en la estructura creo que se parece en diversos aspectos, como la
elección de las palabras, ya que los dos en ámbitos diferentes las escogen según la importancia para ellos mismos, es
cierto que el libro del famoso ensayista valenciano se centra en la escritura
más filosófica y sentimental, pero al empezar a leerme La punta de la lengua me recordó a este fantástico libro, en el que
no puedo decir que Álex Grijelmo se haya basado, pero en el que encuentro
similitudes que quería comentar porque se me hizo curioso cuanto menos. Al
buscar el tipo de texto del libro de Joan fuste encuentro esto: [12]“La
obra es un conjunto de escritos de diversos temas que son catalogables dentro
del genero del ensayo. El objetivo de esta obra es plantear una opinión subjetiva
sobre los temas que el autor trata en esta: amor, silla, justicia.” Y creo que
sirve para definir el trabajo de Álex Grijelmo en esta obra, porque al fin y al
cabo es su opinión y aunque en muchos casos se apoye en el diccionario o en las
costumbres españolas no deja de ser subjetivo.
Bibliografía
Grijelmo, Á. (2004). La punta de la lengua, críticas con humor
sobre el idioma y el diccionario. Aguilar, Santillana Ediciones Generales
S.L.
Lázaro, Fernando. (1997). El dardo en la palabra. Galaxia Gutenberg.
Nuñez, Rosario. (1999). Los que dicen ¡ay bendito!: dichos,
modismos y expresiones del habla coloquial puertorriqueña. Plaza Mayor.
Fuster, Joan. (1964). Diccionari per a ociosos. A.C.
[6] La punta de la lengua, Grijelmo Álex. Página 220. Hachemita
y jordano-Otros desacuerdo con el Diccionario.
[7] La punta de la
lengua,
Grijelmo Álex. Página 232. Gay, ¿Gayes?- Otros desacuerdo con el Diccionario.
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