jueves, 19 de febrero de 2015

Recensión bibliográfica: La punta de la lengua.

La punta de la lengua (Críticas con humor sobre el idioma y el diccionario) escrito por Álex Grijelmo (escritor y periodista) nacido en 1956 en Burgos, en su primera edición del 2004 por la editorial Aguilar de Santillana Ediciones Generales S.L. Fue impreso en España por Fernández Ciudad, S.L. (Madrid) en febrero de 2004. Es un libro de 289 páginas que empieza por la página 9 con el índice y termina con una pequeña bibliografía de dos páginas. El libro se compone por una introducción y doce capítulos, cinco de ellos  habla de las palabras especificas de un cierto tipo de profesiones las cuales el escritor las denomina así (palabras): Administrativas, Politiquismos, Perioditismos, Medicanicismos, Avionismos. Los otros capítulos son Cancionismos, donde nombra canciones y sus fallos gramaticales, Anglicismos y galicismos aquí Álex Grijelmo escoge una serie de palabras que hemos infiltrado en nuestro vocabulario de otros idiomas(en concreto en inglés y el gallego), Clonaciones que según el escritor son palabras que se traducen al español desde su idioma de origen tal como suenan (a pesar de tener otro significado), De todo un poco como su nombre indica Grijelmo recoge un poco de todo lo que destruye poco a poco el idioma español, Otros desacuerdos con el nuevo Diccionario donde claramente indica todas aquellas palabras que ahora forman parte del Diccionario que no le parecen correctas, Neologismos aceptables aquí hace una lista de las nuevas palabras que él cree que son necesarias para dar nombre a nuevas cosas y para finalizar Diccionario de palabras moribundas, lo que más tarde convertirá en un libro publicado en 2011 con Pilar García Mouton de coautor.
El libro no posee ninguna foto ni gráficas. Diferencia el titulo de cada capitulo escribiéndolo en cursiva y negrita mientras que la palabra solo en negrita y el texto escrito en diseño normal.

La punta de la lengua es un libro de carácter jocoso donde critica con comentarios separados e independientes de forma graciosa tanto a cantantes, periodistas, etc., pero a pesar de ir por separado tienen algo en común que Álex Grijelmo tiene claro durante toda la obra que es la denuncia social de deterioro de nuestro idioma. Lo cierto es que esta escrito solo por Álex Grijelmo, pero como muestra en la bibliografía se ha empapada de otros libros y autores para sacar un gran número de las palabras que conforman el libro además de periódicos que en muchos casos nombra durante toda la obra.
Como he dicho antes el autor divide el libro en 12 capítulos, los cuales se componen de diversas palabras, voy a repasar sus capítulos en lo que a mi parecer son los mejores escritos o palabras de cada apartado, en muchas ocasiones no será el epígrafe entero, tan solo las mejores frases o párrafos. Antes de empezar con los capítulos, nombraré uno de los párrafos de la introducción que en mi opinión, resumen la acción del autor que intenta hacer con esta obra gramatical:
[1] “ Este libro sólo propone soluciones que se podrían considerar más acordes con la tradición, la historia y la elaboración democrática del idioma (a cargo del pueblo, no a cargo de la cúpula representada ahora en los medios de comunicación): en definitiva, sólo propone una cuestión de estilo.”
En el primer capítulo (Politiquismos) encontré interesante el apartado ‘Desde’, creo que de forma muy sutil con la escritura de mostrarnos como el vocabulario nos enseña bastante de una persona, como él dice hablando del desde que emplean algunos:
[2]“Tal vez intentan con él establecer diferente: yo se lo digo desde aquí (desde la sinceridad, por ejemplo) porque usted está allí (lejos de la sinceridad, en ese caso).
Pero a la vez muestran una debilidad: nosotros hablamos con honradez porque se supone que la honradez está en nosotros. Los políticos hablan desde la honradez porque son ellos los que están en la honradez, pero la honradez no se halla en ellos…No ´se, están como encima de la honradez, ¿no?, subidos a ella. En fin, yo se lo comento dese estás páginas.”
Unas sabias palabras que creo que también hay que destacar de este capítulo son las que redacta en ‘Amigo Personal’:
[3]“Si dejamos de creer en la palabra amigo, si empezamos a adjetivarla, algún día dejaremos de creer en la amistad.”
La verdad es que en muchas ocasiones no puedes dejar escapar una carcajada como en ‘Slot’ o ‘Vuelo doméstico’ que pertenecen a Avionismos. Aunque sin duda en la que creo que más puedes reírte es Cancionismos, canciones que hemos oído toda la vida e incluso cantamos al pie de la letra vemos que están mal escritas gramaticalmente hablando y al leerlo te entra una pequeña vergüenza por haberte dado cuenta tú antes, pero sobre todo una gran vergüenza ajena por esos cantantes que en muchas ocasiones siguen cantándolas tal cual. De los más graciosos encontramos ‘Escondidos’ o la famosa ‘María Isabel’, también esta ‘Sámbame’, aunque también emotivos como ‘Sólo le pido a Dios’ en el que dice así: [4]“El autor de la letra le pide a Dios que la guerra no le sea indiferente. Y al lado de eso, sí puede darnos igual cualquier problema gramatical.”
Sinceramente es de mis capítulos favoritos.
En el que más enfadado se le nota con la academia a parte de ‘Otros desacuerdos con el Diccionario’ es en ‘Anglicismos y galicismos’ sobre todo con los primeros, eso sí siempre dando una solución que a su gusto mejora la que en estos momentos se utiliza. Creo sinceramente que a partir de aquí es la parte más formal ya que su tono cambia aunque la ironía nunca acaba y eso te saca algunas risas como ‘De película’ del capítulo Clonaciones: [5]“Hay frases que uno sólo escucha si va al cine. No aparecen en los libros, ni en los diarios, ni en las conversaciones particulares. Por ejemplo: ‘Que te follen’. Cualquiera expresaría’, con mal gusto pero perfecto castellano, ‘Que te folle un pez’, o ‘jódete’, o ‘que te den por culo’. Pero nunca’ que te follen’, entre otras cosas porque no hay mucha conciencia por ahí de que sea malo.”


Una oración que me gusta mucho del capitulo Otros desacuerdos con el Diccionario dice así: [6]“El Diccionario de 2001 parece empeñado en que los errores de los periodistas dejen de serlo.” Un apartado importante de este capítulo que creo que aunque no se lea el libro entero habría que leerse, es [7]‘Gay,¿Gayes?’
Capítulo que creo que va independiente a todos estos y una de las razones de esto es que tiene explicación propia, la cual podemos encontrar en la página 254, antes de empezar con la avalancha de palabras sueltas es Neologismos aceptables, una de las palabras que más me gusta es [8]‘Escuchante’ siendo también la más extensa. Pero el capítulo más emotivo sin duda incluso para mi que siendo tan joven alunas de las palabras que aparecen ya no existen en mi vocabulario es Diccionario de palabra moribundas, donde hace una lista de palabras que ya no se usan o que han sido sustituidas por otras más modernas como ‘ Guateque’ que lo cierto a los que sobrepasan los años 70’ les hace mucha gracia o ‘Grises’ refiriéndose a la policía de esa época tan gris de España que no se debe olvidar, pero también hay hueco para frikismos de aquellos tiempos como
‘Hi-Fi’, ‘Pick up’ y para ese ‘ Tebeo’ que ahora hemos convertido en cómic que como escribe en esta palabra: [9]“Igual que alguien tiene más cuento que Calleja o es más feo que Picio-cuando ya nadie se acuerda del famoso editor ni de la desordenada cara de aquel personaje-, aún decimos de algo que ‘está más visto que el tebeo’, y ahí pervivirá esta palabra. Nació de una marca (como maicena o como rímel…), pero creció con la memoria de millones de niños.”
Para finalizar utiliza una palabra en este capítulo que yo pienso que cierra el libro de forma espectacular de la forma más emotiva y sencilla que podría haber usado ya que en todas las demás busca lo más complicado, esta es ‘Yeyé’ despidiéndose así: [10]“En fin, qué tiempos. Ye, ye.” Para entenderlo hay que leerse el libro y la verdad es que te deja satisfecho incluso a los que como yo no vivimos esos tiempos.

Bueno a pesar de que este libro es de 2004 y se basa en una edición del Diccionario ya pasada y modernizada creo que no ha pasado de moda que es bastante vigente y por ello en muchas ocasiones me he sentido identificada, avergonzada e incluso me he reído. Creo que es un libro que debería leerse todo futuro periodista (pero se lo recomiendo a todo el mundo) porque te enseña vocabulario que posiblemente antes no sabías que existía y ya no meramente las palabras si no cuando usarlas bien y como, además de que al ser palabras sueltas y no a lo que nos tienen acostumbrados se hace ameno y corto, no cuesta leer, en este aspecto Álex Grijelmo te ayuda con su sentido del humor en el que baña todos los capítulos.
Para entender bien lo que quiere tratar el escritor lo vemos muy bien reflejado en la Introducción, en concreto un apartado llamado ‘Desacuerdos con la Academia’ que dice así: [11]“Con estos comentarios no pretendo establecer ninguna norma(¡menuda pretensión absurda sería!), ni dictar sentencias, ni decirle a nadie cómo debe expresarse. Se trata de hablar de pesca más que de peces; y no pretendo tener razón sino tener debate. (Las denominaciones un tanto extravagantes que de cada capítulo se hacen en el índice muestran pronto que no estamos ni mucho menos en una obra científica).”
En muchos casos las palabras que ha usado las ha sacado de otros libro y más tarde él ha hecho su propio comentario crítico de cada una de ellas, vemos una influencia notable de Fernando Lázaro Carreter, en concreto de su obra el dardo en la palabra, pero no es el único en el que se inspira usa mucho libros humorísticos para encontrar las palabras en que él, a pesar del tono irónico, se toma muy enserio su mal uso. Un dato curioso es que muchos de estos gazapos los ha recogido de libros latinoamericanos como el de Rosario Nuñez de Ortega: Los que dicen ¡ay bendito!: dichos, modismos y expresiones del habla coloquial puertorriqueña. Pero este no es el único. Lo cierto es que él mismo sigue la línea de todos los libros que ha consultado y que en algún rincón del libro podemos encontrar, menos claro esta los diccionarios que usa para aclararse el uso perfecto que tienen cada una de esas palabras sueltas que encontramos.
En este libro he encontrado un gran parecido al libro del escritor valenciano Joan Fuster que me leí hace un año atrás llamado Diccionari per a ociosos (Diccionario para ociosos, en castellano). Fuster también estructura su libro palabra a palabra, en este caso alfabéticamente como si de un diccionario de tratase, de ahí su título.
A parte de en la estructura creo que se parece en diversos aspectos, como la elección de las palabras, ya que los dos en ámbitos diferentes las escogen  según la importancia para ellos mismos, es cierto que el libro del famoso ensayista valenciano se centra en la escritura más filosófica y sentimental, pero al empezar a leerme La punta de la lengua me recordó a este fantástico libro, en el que no puedo decir que Álex Grijelmo se haya basado, pero en el que encuentro similitudes que quería comentar porque se me hizo curioso cuanto menos. Al buscar el tipo de texto del libro de Joan fuste encuentro esto: [12]“La obra es un conjunto de escritos de diversos temas que son catalogables dentro del genero del ensayo. El objetivo de esta obra es plantear una opinión subjetiva sobre los temas que el autor trata en esta: amor, silla, justicia.” Y creo que sirve para definir el trabajo de Álex Grijelmo en esta obra, porque al fin y al cabo es su opinión y aunque en muchos casos se apoye en el diccionario o en las costumbres españolas no deja de ser subjetivo.


Bibliografía


Grijelmo, Á. (2004). La punta de la lengua, críticas con humor sobre el idioma y el diccionario. Aguilar, Santillana Ediciones Generales S.L.
Lázaro, Fernando. (1997). El dardo en la palabra. Galaxia Gutenberg.
Nuñez, Rosario. (1999). Los que dicen ¡ay bendito!: dichos, modismos y expresiones del habla coloquial puertorriqueña. Plaza Mayor.
Fuster, Joan. (1964). Diccionari per a ociosos. A.C.



[1] La punta de la lengua, Grijelmo Álex. Página 16, Introducción.
[2] La punta de la lengua, Grijelmo Álex. Página 34, Desde-Politiquismos.
[3] La punta de la lengua, Grijelmo Álex. Página 40. Amigo personal-Politiquismos.
[4] La punta de la lengua, Grijelmo Álex. Página 111. Sólo le pido a Dios-Cancionismos.
[5] La punta de la lengua, Grijelmo Álex. Página 190. De película-Clonaciones.
[6] La punta de la lengua, Grijelmo Álex. Página 220. Hachemita y jordano-Otros desacuerdo con el Diccionario.
[7] La punta de la lengua, Grijelmo Álex. Página 232. Gay, ¿Gayes?- Otros desacuerdo con el Diccionario.

[8] La punta de la lengua, Grijelmo Álex. Página 250. Escuchante-Neologismos aceptables.
[9] La punta de la lengua, Grijelmo Álex. Página 279. Tebeo- diccionario de palabras moribundas.
[10] La punta de la lengua, Grijelmo Álex. Página 285. Yeyé-Diccionario de palabras moribundas.
[11] La punta de la lengua, Grijelmo Álex. Página 15. Desacuerdos con la Academia-introducción.

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